Victoria Pedraza | 8/9/2023
Fue en octubre de 1953 que se promulgó la reforma al artículo 34 constitucional, que otorgó el voto a las mujeres de forma federal. Este ha sido, sin duda, uno de los grandes triunfos de los diferentes movimientos feministas en el país. El movimiento sufragista en México, que surgió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, representa un capítulo fundamental en la historia de la lucha por los derechos de las mujeres en el país. México fue uno de los países rezagados en otorgar este derecho, en América latina fue uno de los últimos, junto con Colombia, Honduras, Nicaragua, Perú y Paraguay.
El Comienzo del Movimiento
Durante la Revolución Mexicana, destacadas figuras como Hermila Galindo y Dolores Jiménez y Muro se destacaron tanto en el movimiento sufragista como en el ámbito revolucionario, abogando por una transformación social que incluyera la igualdad de género. Su participación y activismo en ese momento sentaron las bases para futuras luchas feministas en México, marcando un hito en la historia del feminismo en el país. El tema cobró importancia en el México posrevolucionario, indicado por las tres peticiones que el Congreso Constituyente de Querétaro recibió al respecto.
Por supuesto, así como había gente a favor, también había gente en contra. Por ejemplo, la profesora Inés Malváez, consideraba que “su actividad daría mejores frutos si se centraba en obras educativas y asistenciales, evitando involucrarse en el mundo de la política, plagado de vicios y capaz de corromper la moralidad atribuida a las mujeres, quienes eran consideradas como espíritus nobles y elevados, debido a su vocación maternal.”
Hubo estados que otorgaron el derecho a nivel estatal mucho antes que el país en general. Empezando por San Luis Potosí en 1923 y Tabasco y Chiapas, ambos en 1925.
Desafíos Enfrentados por las Sufragistas
Las sufragistas en México enfrentaron una serie de desafíos significativos en su búsqueda del derecho al voto y la igualdad de género. En un contexto profundamente arraigado en las normas tradicionales de género, las mujeres que se unieron al movimiento sufragista se encontraron con una fuerte oposición tanto por parte del gobierno como de la sociedad en general. El acceso de las mujeres a la política y el voto era visto con escepticismo por sectores conservadores que consideraban que el lugar de la mujer estaba exclusivamente en el hogar. Además, las sufragistas experimentaron hostigamiento y represión, a menudo enfrentando violencia física y verbal por parte de opositores. Esta resistencia no disuadió a las sufragistas, sino que fortaleció su determinación en la lucha por la igualdad de género. A pesar de estos obstáculos, perseveraron en su camino hacia la justicia y la igualdad, dejando un legado duradero en la historia de México y la lucha por los derechos de las mujeres.
Además de la oposición y la violencia, las sufragistas también se enfrentaron a desafíos institucionales. Las leyes de la época no reconocían a las mujeres como ciudadanas con plenos derechos, lo que obstaculizaba su participación en procesos políticos y electorales. La lucha por cambiar estas leyes discriminatorias y lograr reformas significativas en la legislación era una tarea monumental. Las sufragistas tuvieron que movilizarse no solo para cambiar las mentalidades en la sociedad, sino también para influir en el sistema legal y político.
La falta de apoyo de algunos sectores feministas también representó un obstáculo interno en el movimiento sufragista mexicano. Algunas mujeres prominentes de la época, a pesar de su compromiso con la igualdad de género, se mostraron reticentes a respaldar la lucha por el sufragio femenino, considerando que había otras prioridades. Esta división dentro del movimiento feminista a veces debilitó la cohesión y la capacidad de presión política de las sufragistas.
A pesar de todos estos desafíos, las sufragistas mexicanas demostraron una inquebrantable determinación y un profundo compromiso con la causa. Su perseverancia y valentía allanaron el camino para el avance de los derechos de las mujeres en México y sentaron las bases para futuras luchas feministas en el país. Sus esfuerzos incansables fueron fundamentales para lograr avances significativos en la igualdad de género y en la participación política de las mujeres en México.
Logros del Movimiento
El movimiento sufragista en México cosechó logros notables a lo largo de su ardua lucha. Uno de los hitos más significativos ocurrió en 1947, cuando las mujeres mexicanas finalmente obtuvieron el derecho al voto en elecciones municipales y estatales. Esta victoria marcó un momento trascendental en la historia de los derechos de las mujeres en México, ya que les permitió participar activamente en la vida política y contribuir a la toma de decisiones a nivel local y estatal.
Además del sufragio, las sufragistas también presionaron por reformas en otros ámbitos, como el acceso a la educación y la igualdad en el ámbito laboral. Sus esfuerzos contribuyeron significativamente a aumentar la conciencia pública sobre la importancia de la igualdad de género y sentaron las bases para futuros avances en la legislación y la igualdad de oportunidades para las mujeres en el país. Los logros del movimiento sufragista no solo transformaron la posición de las mujeres en la sociedad mexicana, sino que también inspiraron a generaciones posteriores de mujeres a seguir luchando por la igualdad de género.
Legado del Movimiento Sufragista
La influencia del movimiento sufragista mexicano no se limitó únicamente al ámbito político. La organización, la solidaridad y la pasión demostradas por las sufragistas se convirtieron en un modelo a seguir para las luchas feministas posteriores en el país. Estas valientes mujeres establecieron un precedente de resistencia pacífica y constante, que se aplicó a diversas áreas de la vida de las mujeres, desde la búsqueda de igualdad en la educación y el empleo hasta la erradicación de la violencia de género.
El legado del movimiento sufragista en México perdura hasta el día de hoy. La lucha por la igualdad de género continúa, y las lecciones aprendidas de las sufragistas, como la importancia de la organización y la perseverancia, siguen siendo relevantes. Las mujeres de México han avanzado significativamente en términos de participación política y derechos civiles, pero queda trabajo por hacer para alcanzar una igualdad completa.
El movimiento sufragista mexicano trasciende las páginas de la historia y también sirvió como un modelo y fuente de inspiración para luchas feministas posteriores en el país. Los logros de las sufragistas mexicanas allanaron el camino para futuros avances en la búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria para todas las personas, independientemente de su género.
A medida que el legado del movimiento sufragista perdura, también nos recuerda que la lucha por la igualdad de género es un proceso continuo. Aunque se han logrado avances significativos en México y en todo el mundo, persisten desafíos y desigualdades. En honor a las sufragistas mexicanas y a todas las mujeres que han luchado por la igualdad, debemos seguir trabajando juntos para crear una sociedad en la que todas las personas, independientemente de su género, tengan igualdad de oportunidades y derechos. El movimiento sufragista nos inspira a seguir adelante en esta búsqueda incansable de una sociedad más justa e inclusiva.
Conclusión
El movimiento sufragista en México representa una parte esencial de la historia de la lucha por los derechos de las mujeres en el país. A pesar de los desafíos abrumadores, las sufragistas mexicanas demostraron una valentía y determinación excepcionales en su búsqueda de igualdad de género. Sus logros, incluido el derecho al voto, marcaron hitos fundamentales en la transformación de la sociedad mexicana y la participación activa de las mujeres en la política.
El legado de las sufragistas mexicanas perdura hasta el día de hoy, inspirando a generaciones posteriores de mujeres y hombres a continuar la lucha por la igualdad. Las lecciones aprendidas de su perseverancia, organización y concienciación siguen siendo relevantes en la búsqueda de una sociedad más justa e inclusiva.
Es esencial recordar y valorar las contribuciones de las sufragistas mexicanas, reconociendo que sus esfuerzos allanaron el camino hacia una mayor igualdad de género en México y en todo el mundo. A medida que continuamos la lucha por la igualdad de género, debemos honrar su legado y trabajar juntos para construir un futuro más equitativo y justo para todas las personas, independientemente de su género.
El año que entra tendremos la oportunidad de ejercer el tan peleado derecho al voto. Y todo parece indicar que la decisión estará entre dos mujeres. Recordemos, sin embargo, que por mucho que haya por hacer en la lucha feminista mexicana, todavía hay mujeres en el mundo que no tienen acceso a la educación, protección sobre violencia de género, y otros derechos básicos. Será apenas este octubre, setenta años después de la promulgación de la reforma que otorgó este derecho en México, que por primera vez votaran mujeres en la Ciudad del Vaticano, y ojalá a este le sigan otros avances.
Fuentes:
https://gabrielacano.colmex.mx/images/pdf/sufragio-femenino-Mxico-posrevolucionario.pdf
https://www.bbc.com/mundo/noticias-65408029#:~:text=El%20Papa%20permitir%C3%A1%20por%20primera,s%C3%ADnodo%2C%20un%20organismo%20asesor%20papal.
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